Erica Patricia Malpica Hurtado: Lago Botos, un espectáculo corrosivo
Lago Botos es un hermoso lugar en Costa Rica.
El Lago Botos está ubicado en el corazón del Parque Nacional Volcán Poás, en el Valle Central de Costa Rica, en la provincia de Alajuela. Integra el Área de Conservación Cordillera Volcánica Central. Se encuentra rodeado de bosque nuboso. Es un estratovolcán complejo y muy activo que alcanza los 2.708 metros de altura. Posee paisaje muy encantador, pero a menudo hay niebla, por lo que la visión del lago veces totalmente imposible.
Los Botos, también llamados votos, fueron un pueblo indígena de Costa Rica, perteneciente a las culturas de la llamada Área Intermedia. A la llegada de los españoles en el siglo XVI, los botos habitaban en la región norte del país, en las faldas de la Cordillera Volcánica Central, en las cercanías de los volcanes Poás y Barva.
El Lago Botos es solo para ver |
El Lago Botos se encuentra en el cráter del Volcán Poás. El color de sus aguas es verde debido a la alta concentración de ácido sulfúrico que contiene. Verlo es todo un espectáculo y es uno de los atractivos del lugar, sin embargo, entrar en él está prohibido pues sus aguas son altamente corrosivas.
La oferta turística del volcán Poás se basa en el ecoturismo. Desde el mirador, se puede observar el cráter principal del volcán. Un sendero a través del bosque comunica esta sección con la Laguna Botos, de gran belleza escénica. El contacto con el bosque permite observar gran cantidad de flora y aves.
Botos es un destino para el ecoturismo |
El Parque Nacional Volcán Poás cuenta con un centro de visitantes, en el cual existe un pequeño museo, un café-restaurante y tienda de suvenires. El sitio cuenta con servicios sanitarios, electricidad, seguridad, estacionamientos, área de acampar, área de picnic, acceso para discapacitados y cobro con tarjetas de crédito o débito. No cuenta con agua potable. Los senderos están acondicionados para caminatas individuales, grupales o guiadas.
El horario del parque es de martes a domingo, de 8:00 a. m. a 3:30 p. m., aunque la hora recomendada de visita es por la mañana, cuando la ausencia de neblina permite observar mejor el paisaje.