Conoce el misterio que rodea a la Isla de Tambo



La Isla de Tambo, ubicada en sector español, sigue siendo uno de los espacios que más secretos oculta en el mundo. Su territorio, creación y descripción la convierten, por mucho, en un lugar completamente exótico.

En un principio se conoció como Thalavo, Tanavo y Toambo. No obstante, al final se decidió llamarla Tambo pues es el nombre que más se asocia a su raíz, que define su forma circular y elevada.


El tiempo se encargó de crear diversas historias en torno a este islote, tales como la existencia de un altar donde se adoró al Dios Tomeóbrigo o un templo dedicado a Neptuno. Sin embargo, la isla cuenta su propia leyenda… la de Santa Trahamunda, una señorita que fue secuestrada en un ataque de los moros, unos dicen que por Abderramán I, y otros por su segundo nieto de Abderramán II.


Cabe destacar que, hasta la fecha ninguna de las historias está comprobada al 100%, por lo que vivirán en la eterna incógnita y en la mente creativa de las muchas personas cercanas al lugar.

Propietarios de la Isla de Tambo

Desde mediados del siglo XX el lugar fue de uso castrense hasta el año 2002, cuando quedó desmilitarizada formalmente. En esa “base militar” se encontraba un polvorín subterráneo de la Marina, que en la actualidad está abandonado y en ruinas. Además, poseían varias construcciones pequeñas en la costa norte, barracas y la casa principal donde se quedaba el vigilante.

La Isla cambió de propietarios en varias ocasiones, como por ejemplo a finales del siglo XIX. En ese momento estuvo bajo el comando de los señores Montero Ríos y García Escudero. Mientras que, en la actualidad pertenece al ministerio de Defensa de España, y desde su majestuoso espacio se observa la comunidad de Marín.


La zona tiene una particularidad, además de las ya descritas, y es que solo se puede visitar los 3 de julio y 7 de agosto, cuando la Asociación Cultural Recreativa e Veciñal de Combarro y la Comunidad de Montes Rega dos Agros, organizan excursiones de más de 1.000 personas.

Los turistas que tienen la oportunidad de ir a visitar este mágico suelo rodeado, literalmente de agua, quedan hechizados por sus encantos, que nos recuerdan una vez más la perfección del planeta Tierra.




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